- Mié Oct 17, 2012 23:04
#180804
La ilusión no languidece con la edad. Las ganas de triunfar no conocen barreras. La vejez nunca es un impedimento para derribar barreras e intentar conquistar metas. El septuagenario Don Wiberg es el paradigma de que nada puede frenar a los sueños.
Los SC Warriors, equipo de la Liga de desarrollo adscrito a los Golden State Warriors, buscaban el domingo 14 de octubre nuevos talentos para cerrar su plantilla. Los 'tryouts' tuvieron lugar en un instituto de la localidad de Aptos (California).
Cuanto Wiberg apareció en cancha nadie daba crédito. Llevaba dos décadas sin jugar al baloncesto. El volley-playa pasó en ese tiempo a ser la disciplina preferida del hombre, de 76 años, según revela el Santa Cruz Sentinel.
El anciano admite sin pudor que nunca pudo entrar en el equipo de baloncesto de su instituto. Entonces se vio obligado a elegir el waterpolo, disciplina en la que tenía más habilidad y capacidades. Pero la vida permitió desquitarse a Wiberg... más de medio siglo después.
Los dos únicos requisitos para participar en las pruebas del conjunto de la D-League eran ser mayor de 18 años y abonar una cantidad de entre 100 y 125 dólares. "¿Y por qué no puedo presentarme? ¡Qué demonios!", comentó el hombre antes del test.
La ilusión no languidece con la edad. Las ganas de triunfar no conocen barreras. La vejez nunca es un impedimento para derribar barreras e intentar conquistar metas. El septuagenario Don Wiberg es el paradigma de que nada puede frenar a los sueños.
Los SC Warriors, equipo de la Liga de desarrollo adscrito a los Golden State Warriors, buscaban el domingo 14 de octubre nuevos talentos para cerrar su plantilla. Los 'tryouts' tuvieron lugar en un instituto de la localidad de Aptos (California).
Cuanto Wiberg apareció en cancha nadie daba crédito. Llevaba dos décadas sin jugar al baloncesto. El volley-playa pasó en ese tiempo a ser la disciplina preferida del hombre, de 76 años, según revela el Santa Cruz Sentinel.
El anciano admite sin pudor que nunca pudo entrar en el equipo de baloncesto de su instituto. Entonces se vio obligado a elegir el waterpolo, disciplina en la que tenía más habilidad y capacidades. Pero la vida permitió desquitarse a Wiberg... más de medio siglo después.
Los dos únicos requisitos para participar en las pruebas del conjunto de la D-League eran ser mayor de 18 años y abonar una cantidad de entre 100 y 125 dólares. "¿Y por qué no puedo presentarme? ¡Qué demonios!", comentó el hombre antes del test.